jueves, 15 de agosto de 2013

¡Te ves más delgada!


Día tras día me lastimo hasta los extremos.
Durante todas las vacaciones torturé mi cuerpo sin piedad alguna.
Regresé a la facultad el lunes 5 de agosto y en toda una semana nadie hizo comentario alguno sobre mi "nueva" apariencia.

  Obviamente no hago ésto para que los demás lo noten. En realidad, si pudiera, me pondría relleno bajo la ropa para que no notaran nada.
  Pero aún así fue insoportable.
  Yo no me veo más delgada, pero la ropa ha comenzado a colgarme.


Hoy, después de casi dos semanas algunos de mis amigos me dijeron "Te ves mucho más delgada, ¿cómo lo haces?"
   Y yo digo "no es verdad" y volteo el rostro para que cambien de tema, y dentro de mi una parte sonríe y la otra tiembla de terror.
   Un par de horas más tarde una de mis amigas me insiste "¿No quieres?" mientras me acerca una bolsa de frituras "están muy buenas, cómete algunas"
   Y yo arrugo la nariz y doy un paso hacia atrás "No, gracias, no quiero que me pique la salsa, necesitaría agua"
   <<cómete algunas cómelas todas, después ve y compra más, sólo para ti, cómelas en secreto>>
            mi mente da vueltas, ¿si o no?

   "Yo tengo agua, dice ella", y siento mi rostro palidecer. Ella acerca más la bolsa hacia mí, sacudo la cabeza "No me gusta, gracias" digo y me doy la vuelta, para evitar que hable más del tema.

 Veo en su rostro el principio de una duda, pero no, no sabe, no aún, todavía estoy gorda.

Llego a mi casa. Mi padre, madre y hermanas están en la cocina. Hago mi entrada.
   "Que flaquilla" dice una de mis hermanas. Abro el refrigerador para no tener que contestar.
   "Casi ni la reconocí" dice mi padre.
 Cambio el tema rápidamente, tareas, escuela, clima, lo que sea.

Como.  Pan integral x3(231) + frijoles(100) + queso(70) = 401 = gorda.


---------------------------------------------------------------------------------


Mi vida realmente no está tan mal por ahora.
La depresión ha decidido darme unos cuantos meses de descanso, aunque no dudo que volverá en cuanto el clima se torne más frío, como siempre.
Tal vez en diciembre, de nuevo vuelva a planear mi suicidio y para el año siguiente, lo ponga en marcha.

Pero bueno, son sólo suposiciones.
Si todo va bien tal vez éste año pase como sólo uno más.

Pero una parte de mí, que tal vez sea la dominante, espera que algo vaya mal, enormemente mal, y que entonces tenga la voluntad de llevar a cabo lo que he querido desde que tenía 12 años.

Estoy cansada. Vomitar me está debilitando tanto que no puedo poner la atención apropiada en clases, a veces ni siquiera puedo levantarme del banco, y no tengo balance al caminar. El cabello se me cae a montones, y está débil y quebradizo, mis dientes están sensibles y mis uñas amarillentas.

¿Cómo puede estar pasándome todo ésto?

¡Aún estoy gorda!

miércoles, 7 de agosto de 2013

Un millón de almas después...

Han pasado más de dos años desde la última vez que escribí en un blog como éste.

No creí que volvería a crear alguno, pensé que alejarme de ésto me ayudaría a distraer mi mente de todos los pensamientos de odio hacía mi persona.
Es terrible tener que escribir... que estoy mucho peor que antes.


Han pasado cosas buenas, tengo que admitirlo.
Ingresé a la Universidad, cosa que no creí ser capaz de lograr jamás. Y lo más increíble es, que logré hacer amigos, buenos amigos. Hasta ahora tengo un promedio de 93.7.


Pero cosas malas también han sucedido.
Para empezar, en un año entero no logré encontrar trabajo. Mi papá gana poco dinero, y la única razón por la que he podido seguir estudiando es porque estoy becada en la universidad.


En diciembre del año pasado tuve una recaída grandísima de depresión, y planeé mi suicidio por meses, escribí una carta de 19 páginas y conseguí absolutamente todo lo que necesitaba.
Dos semanas antes dejé de comer por completo, porque estaba muy asustada, pero mi resolución no había flaqueado.
El mismo día, en el que se suponía que debía hacerlo, decidí ir con la psicóloga de la universidad.
Pero ella jamás me preguntó como me sentía ni nada por el estilo.
Llegada la hora, tomé media botella de whisky, pensando que si estaba ebria sentiría menos y dudaría aún menos.

Pero por alguna extraña razón el alcohol hizo lo contrario, y todo me daba risa, estaba demasiado borracha. Cuando desperté, horas después, pude ver el ridículo resultado: dos heridas, profundas pero no letales en las muñecas, y muchísimas más, un poco más superficiales, en el resto de los brazos.

Tercer intento fallido.

No puedo describir con palabras lo patética que me sentí, lo inútil, estúpida, inservible...

Si no fuera por algunos de mis amigos, no creo haber podido soportarlo.


Hoy se cumplen 92 días, en los que no me he cortado la piel.
Por supuesto que no quiere decir que he dejado de hacerme daño por completo.
Ahora he optado por golpear la pared de concreto con los puños hasta que no sienta el brazo o hasta que mis nudillos no aguanten.

Además, y lo que considero lo más importante.
Mi "trastorno alimenticio" ha empeorado. Cosa que creía imposible.

Digo "trastorno alimenticio" porque yo realmente no lo considero así.
Claro que sé que está mal, y que me hace daño, y que estoy diagnosticada con "bulimia purgativa con tendencias restrictivas" (uf que cosa tan larga), pero... no soy flaca, no puede ser un gran problema, ¿o si?


Es mi dieta, mi manera de afrontar las cosas ahora que no puedo sangrarlas.
No puedo hablar con nadie, porque aunque tengo amigas que me cuentan que se cortaban en la secundaria y que solían restringir comidas o vomitar, nunca han dicho algo tan extremo como lo que yo tiendo a hacer.
Y por otra parte, ella parecen haberlo superado, ya que no se niegan la comida ni buscan hacerse daño.
Además algunas presumen públicamente que alguna vez estuvieron delgadas porque dejaron de comer. ¿Pero qué demonios? Si éso fuera realmente serio para ti, no estarías contándoselo a medio mundo.


Pero bueno.

Vuelvo a éste blog porque necesito encontrar personas que puedan comprenderme, porque necesito desahogarme y porque necesito el control que escribir me da.




No se pierdan en la oscuridad.